el ataque, inesperado, sin ninguna sutileza, directo, cargado de ira, me atraviesa y me dobla, arrancando lágrimas de mis ojos. me vuelvo a mirarle a toda velocidad, antes de que penetre en la herida.
- para Todos?
recula, se repliega ante mi rabia, que no esperaba. la ira va rebotando lentamente contra la gélida muralla de mis palabras. las que no pronuncio.
- como te atreves
- como te atreves tú...hermano - las palabras salen silbando entre mis dientes apretados.
me giro un poco más. duele y la bruma que me rodea no ayuda. las lágrimas arrancadas tampoco. pero es algo que él no puede ver. que no permito que vea.
- ten cuidado - le digo - no tengo Nada que hablar contigo.
- Basta - oigo a mi espalda
él inclina la cabeza sobresaltado y se marcha con rapidez. que esté a mi espalda me obliga a girarme de nuevo y duele. maldita sea-pienso-tiene que aparecer a mi espalda.
- cuando quieras hablar ya sabes donde estoy.
al fin logro volverme, pero ya no está.
respiro hondo y seco mis lágrimas. me envuelvo en viento. me marcho.
soñado hace unas cuantas lunas
