y todas mis mariposas se agolpan bajo mi vientre, agitándose enfebrecidas, alocadas, ciegas de amor.
solo con olerte, tocarte, rozarte.
y allí estás tú, a la vuelta de un beso.
y allí estoy yo, alocada, enfebrecida, galopando el viento, ignorando el universo.
con tu alma bailando en la punta de mis dedos.