miércoles, 25 de diciembre de 2013

escuchando

escucho el Latido de mi corazón mientras escucho a Bosé, desgranando verdades que me tocan el alma, incluso atravesando este principio de congelación que me amenaza. las barreras suben, ya es inevitable, y algo dentro de mí llora y se lamenta infinitamente por ello...

escucho el Latido de mi voz, deslizándose desde el fondo de mi garganta, desgajando sentimiento y pensamiento, mientras la música atraviesa el silencio infinito del que me estoy rodeando para mantener el frío a raya. y algo dentro de mí se lamenta y se regocija con ello...

escucho el Latido de mi alma mientras me sumerjo en la música que me ha arropado desde siempre, capaz de acunarla y de calmarla, capaz de cuidarla y envolverla cuando necesita calma. el Latido está acelerado y ansioso, inquieto. soñando a toda velocidad con un ansia devoradora de tiempos surca un plano tras otro buscándote. apenas puedo sujetarla. y los recuerdos me arrollan en masa, apilándose encima de mi sin compasión. no la necesito, de todos modos. y algo dentro de mí está tan seguro de mí, que el corazón Late a más velocidad y si tuviera tiempo y deseo, sonreiría. pero no lo tengo.

escucho nuestro Latido, lento y sumergido en el interior de todas las cosas que yo soy, a salvo. de vez en cuando me detengo, saboreo un momento de silencio y escucho. y sigue latiendo, firme y seguro. durante un tiempo tuve que amarrarlo fuerte para que no te perdieras, pero ya pasó ese tiempo. ahora solo lo acaricio suave y deposito un Pensamiento. y algo dentro de mí brilla con tanta intensidad que los demás Latidos se detienen y suspiran un instante, alimentándose de él...

escucho
escucho
Te escucho

jueves, 19 de diciembre de 2013

Navegante

he estado leyendo cosas que escribí hace una eternidad... como he cambiado. he crecido. he aprendido. no tengo ningún derecho a quejarme del camino. me gusta la mujer en la que me he convertido. con todos mis defectos a cuestas. con todos mis errores a cuestas.

- Navegante
Se volvió. Humo, furia, oscuridad, cicatrices. En un gesto lento que duró una eternidad. Que dolió cada instante.
Silencio.

remuevo mi furia, pero ahora es una furia consciente, una furia controlada. no, no ayuda con el frío. pero mantiene calientes los pies. y los necesito para seguir caminando.

- te dije que se iría
- tú nunca creiste que estuviera
- te dije que no mantiene sus promesas
- no le pedí promesas. yo tampoco le hice ninguna. olvidaste que era libre. y yo también.
- te dije que..
- nunca te pedí que me dijeras nada. solo que confiaras. y no lo hiciste.

la oscuridad es densa a mi alrededor. curiosamente, estando mas sola que nunca me siento menos sola que nunca. hay un Latido fuerte y poderoso en mi interior. muy dentro, lo mantengo a salvo del frío y la oscuridad.

- mentisteis
Silencio
- mentisteis
Silencio
- malditos seais todos. a un lado y otro del río. malditos seais. malditas vuestras razones.
Y el Dolor me poseyó.

estoy cansada. esta espiral tiene las curvas muy cerradas y cuesta remontar cada una de ellas. el amor es bálsamo cuando no se convierte en un spray de pimienta que hace saltar lágrimas de los ojos a borbotones. ninguno de los caminos fué fácil. este tampoco. elijo mis amores de forma muy extraña. aunque eso suena algo arrogante...bueno, siempre lo fuí.

- Navegante
Te volviste. Te Reconocí. Temblé. Todas las Eternidades se fundieron en un solo instante de intenso negro brillante como la noche en la que estábamos sumergidas. Densidad. Sabor a algas y sal. Me costaba desprenderme del abrazo posesivo del mar. Poder y más Poder. Y entonces Te Miré. Y ardieron todas mis cicatrices.

pensé que todas estas cicatrices nuevas serían un lastre. pero no. solo proporcionan un dolor familiar al que aferrarse en toda esta oscuridad. y es extraño amarrarse al propio dolor para remontarlo. o quizá no. todo depende del camino elegido.

- Estás
- Estoy

y eso Es.

jueves, 5 de diciembre de 2013

mírame

mírame. no dejes de mirarme. tócame, deséame. acércate hasta mi alma de puntillas y ábrela de par en par, pide permiso y entra como un vendaval, sin dejar de mirarme, sin dejar de desearme, sin dejar de tocarme. suspírame, bésame, acaríciame. aférrate mi piel como si fuera la playa ansiada por un naúfrago sediento de arena. contémplame, hazme brillar, arranca besos y risas y sonrisas, aspira el olor de mi pelo, sumérgete en mí lenta como sube la marea en luna llena. mírame, mírame, mírame. no dejes de mirarme. mira como se dibuja el encaje sobre mi pecho, como se delinean mis curvas bajo los tirantes, como se adhiere el tul a la blanca piel de mi culo. mírame, mírame, mírame. no dejes de mirarme. adoro como me follas mientras me haces el amor contra los fríos baldosines blancos de la cocina, encaramada a tu vida, a tus manos, a tu alma, y no dejas de mirarme, mirarme, mirarme, amarme, mirarme y mirarme...

domingo, 1 de diciembre de 2013

borrachera de invierno

se me ha colado el frío en los huesos y me hace delirar tiempos que no han sucedido, momentos que están por llegar, fogonazos de lo que fué soñado sin querer cuando era otra persona que no soñaba con esta que soy ahora. las sensaciones van a la rastra de este viento frío que ha estado tumbando Madrid, la densidad de los segundos acumulándose en los pinchazos de cada articulación, la irrealidad de la realidad de mi vida impregnando cada instante de este domingo de invierno helado y desapacible.

se me ha colado el frío en los huesos y en la sangre. mis pies, mis manos y mi nariz están helados, y eso que mis manos no están frias desde hace eones. pero se mueren por acariciarte y mis pies por llevarme hasta ti y mi nariz por respirarte. y así tengo el alma, como mi propio cuerpo, borrachos de invierno, delirando sueños, deseando despertar para volver a dormir y soñarte y tenerte un poco más entre mis manos, calientes al fin.

pasará, Tracy Chapman callará y yo dejaré de pensarte. o no. y llegará la resaca.