conexiones

es verdad que no me calzo un teclado entre los dedos desde hace una eternidad, pero había otras eternidades más duras que superar y no conseguía soltar las palabras el tiempo suficiente para que fuesen auténticas. a veces dudaba de mí pensando que se trataba solo de ser valiente y mirar de frente, pero yo me miro de frente todo el rato, lo que no quería era además leerlo. sujetar las palabras me ha estado sujetando a mí misma, y eso, que no sé muy bien como llamarlo, ha impedido que me desmoronase algunas veces. las veces que quise salir corriendo a por ti. o las que salí gritando. mi mundo interior aún retumba de rabia y pesar. 

esta enorme pausa, porque yo soy calma y la perdí completamente. ahora ya no la pierdo. ahora grito en silencio y soy capaz de sonreir mientras me lanzo salvajemente duna abajo una y otra vez sin desear llegar hasta la playa. te echo de menos a morir, pero mantengo la calma mientras me sumerjo en un mundo negro de perfiles azulados y me deslizo silenciosamente por puertas que quedan entreabiertas.

y mientras las conexiones se suceden sin cesar. crear un mundo partiendo de la nada es agotador, pero todas esas conexiones que existían sin saberlo brillan como estrellas a mi alrededor, no puedo dejar de mirarlas y asombrarme, de mirarlas y decirme que sí...de mirarlas y pensar que no es suficiente. que puede ser bastante, pero nunca será suficiente. que eso será lo que haya. y no sé si tendré bastante. si tendrá bastante.

es inútil, pienso. dejarse querer es tan fácil que da miedo. sentirse amada es tan placentero que da miedo. no poder corresponder con la misma intensidad, sabiendo que no será suficiente, llena mi alma de una incertidumbre que me hace titubear una y otra vez. egoísta, pienso.

no hay interruptor de desconexión. si no estoy contigo es porque no puedo. tú eres. yo soy contigo. y mientras tanto, sucede todo lo demás. y punto.

uuuf... cuanto tiempo.

otro día hablamos de(l) deseo.