que trabajo me ha costado asomarme de nuevo al ordenado caos de las palabras. hasta ahora no he sido consciente de todo el miedo que tenía. el miedo al dolor, al sufrimiento, a la terminación de las expectativas, a un futuro incierto. sigo muerta de miedo. mi alma se estremece y saca pecho valientemente, pero sigo muerta de miedo. mi cuerpo ha fallado y nadie me puede asegurar que no vuelva a suceder. solo soy realista. el deseo de mi alma es que no vuelva a pasar, ahi concentro toda la energía positiva que soy capaz de recoger, y soy capaz de mucha. pero sé de lo que hablo. y tengo miedo.
escribir todas estas líneas que parecen faciles es un triunfo de esta alma y este cuerpo doloridos, de muchos meses de echarme los problemas a la espalda y mirar solo hacia delante. solo hacia delante. un paso. otro paso. no mirar el paso siguiente antes de haber despegado el anterior del suelo. no dejar de sonreir. no dejar de pensar en positivo. no dejar de confiar, en mi suerte, en mis médicos, en mí. en mi suerte..la que tengo de encontrarme a toda la gente buena del mundo por el camino.
tengo una enorme cicatriz que me cruza de norte a sur, testigo de esta batalla. fue muy duro mirarla por primera vez pero la recorro todos los días con amor con los dedos. aun está tierna y frágil, como yo, y necesita caricias. los recuerdos que encierra han permanecido adormecidos muchas semanas hasta que me sacudieron con una descarga seca, y tuve que airearlos para poder seguir. cincuenta grapas que me han salvado la vida.
me quedé dormida en aquel acantilado, a salvo de la tormenta, y desperté envuelta en relámpagos. el cirujano me dijo piensa en algo bonito para dormir...y me marché a nuestro jardín, envuelta en tu sonrisa, tumbadas tú y yo en la hierba verde y fragante, llenas de Amor y de Vida. y por eso al despertar sonreía. a pesar del dolor infernal que me inundó al volver...
leerme duele, escribirme duele. pero ya me voy haciendo. sin dejar de sonreir.
estoy jodidamente Viva.