uf. que silencio.
después de la gripe, la tormenta, el encontronazo con la realidad.
que silencio.
he apagado la música -esa que ya no me duele escuchar- para poder escucharme sobre el teclado.
que silencio.
estoy vacía.
como después de correr una larga carrera, o jugar el partido de tu vida, o hacer el último examen de la última asignatura del último año de carrera.
vacía de palabras y de argumentos, de discusiones dentro y fuera de mi cabeza. vacía de emociones desatadas.
quizá sea calma.
pero solo me siento vacía.
la música ha vuelto al amanecer.
como los colores.
y yo sigo helada. pero con la certeza de que el frío pasará. como todo.
[- y esos lobos, son tuyos?
me asoma una media sonrisa y me vuelvo a mirarlos.
- son suyos. vienen conmigo.
- no pueden pasar
me sale una carcajada tan limpia que resuena tintineante en toda la llanura helada.
- bien. díselo a ellos. ahora apártate.
y sigo caminando. el amanecer se dibuja en el horizonte.]
que silencio.
jueves, 30 de enero de 2014
martes, 7 de enero de 2014
la primera frase
nunca he dejado de sentir la fascinación irresistible de la primera frase. adoro ese momento de abrir con la mano un poco dubitativa, casi ansiosa, la primera hoja de ese nuevo libro que estoy deseando devorar. le acaricio el lomo, lo abro con cuidado sintiéndolo crujir levemente entre mis dedos, exhalando ese olor a papel y a tinta impresa. paso las primeras hojas una a una, leo la dedicatoria, me desespero ante el prólogo leyéndolo a toda velocidad y abro la primera hoja. y mis ojos se detienen en la primera frase. es un momento de emoción intensa, no puedo evitarlo. esa primera frase no solo es el principio. es el alma del libro. y adoro capturarla.
viernes, 3 de enero de 2014
Dos Orillas
me encanta ese título. es un disco lleno de canciones apasionadas -como yo- llenas de amor y de encuentro. yo solo encuentro desencuentros. que lejos de todo me siento. y que cerca al mismo tiempo.
- peaje
el amor flota en el aire y yo no logro sujetarlo. supongo que hay una línea muy fina separando ese límite a partir del cual no estás dispuesto a seguir. es como morirse: en un instante vives, al siguiente has dejado de respirar y estás muerto. no hay transición. todo son líneas y límites y fronteras a mi alrededor y dentro de mi. y yo con las barreras desplomadas. a toda prisa he tenido que reconstruirlas. me pilló desprevenida.
- es un peaje muy alto. no sé si podré afrontarlo
- si no puedes, no pasas. es sencillo.
mejor escribir en silencio. así escucho mis pensamientos y el Latido suave y lento que marca los ritmos de mi alma. la música me descentra y me despista, me deja absorta, y las palabras resbalan por los bordes del teclado hacia la nada.
- no puedo quedarme aquí. moriré de frío
- tuya es la decisión
- no puedo darme la vuelta. moriré de frío
- tuya es la decisión
- no quiero retroceder, maldita sea.
- la decisión es tuya
así que vamos pagando peajes y dejándonos pedazos de piel en el camino. es la única forma de avanzar ahora, parece, pero si ha de ser así, que así sea. es solo un poco de piel -carne y sangre y huesos-y la piel perdida vuelve a crecer. pero morir de frio no tiene remedio. y retroceder nunca fué una opción.
- peaje
el amor flota en el aire y yo no logro sujetarlo. supongo que hay una línea muy fina separando ese límite a partir del cual no estás dispuesto a seguir. es como morirse: en un instante vives, al siguiente has dejado de respirar y estás muerto. no hay transición. todo son líneas y límites y fronteras a mi alrededor y dentro de mi. y yo con las barreras desplomadas. a toda prisa he tenido que reconstruirlas. me pilló desprevenida.
- es un peaje muy alto. no sé si podré afrontarlo
- si no puedes, no pasas. es sencillo.
mejor escribir en silencio. así escucho mis pensamientos y el Latido suave y lento que marca los ritmos de mi alma. la música me descentra y me despista, me deja absorta, y las palabras resbalan por los bordes del teclado hacia la nada.
- no puedo quedarme aquí. moriré de frío
- tuya es la decisión
- no puedo darme la vuelta. moriré de frío
- tuya es la decisión
- no quiero retroceder, maldita sea.
- la decisión es tuya
así que vamos pagando peajes y dejándonos pedazos de piel en el camino. es la única forma de avanzar ahora, parece, pero si ha de ser así, que así sea. es solo un poco de piel -carne y sangre y huesos-y la piel perdida vuelve a crecer. pero morir de frio no tiene remedio. y retroceder nunca fué una opción.
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